El intento de diálogo entre el Gobierno y la Revolución Ciudadana volvió a desmoronarse.
Apenas una semana después de que la ministra de Gobierno, Nataly Morillo, hablara de un acercamiento “sin chantajes”, la posibilidad se esfumó en medio de acusaciones cruzadas y más tensión política.
Las declaraciones de la vocera oficialista frenaron cualquier expectativa.
Valentina Centeno aseguró que el correísmo busca protagonismo y puestos en la Asamblea; y defendió las enmiendas constitucionales en materia de seguridad que impulsa el Gobierno, pese a que no cuentan con los 101 votos necesarios.
“Las enmiendas requieren un proceso largo, vamos a trabajar con las herramientas que tenemos y luego el pueblo deberá juzgar quienes se oponen a las reformas en materia de seguridad”
Por su parte, el jefe de bloque de la RC asegura que su bancada presentó una “agenda mínima” para conversar, pero que el oficialismo se apartó al pedir representación en el CAL y el avance de juicios políticos.
Mientras tanto, las bancadas independientes denuncian que no son consideradas en ninguna negociación.
El resultado: un Legislativo trabado, sin consensos y en medio de un ambiente cada vez más hostil.
